Como hoy no lavo los platos ni limpio el baño...

Desde buena hasta tierna, te puede pasar de todo. Más si sos boluda en el medio. Les voy a escribir de mi vida y de mis epifanías literarias. Nada tiene sentido

lunes, 12 de agosto de 2013

Volví de nuevo

Adorados lectores míos (ahora son míos y de nadie más, por los próximos minutos también), he vuelto para cultivar sus crudas mentes con mis más sinceras miserias existenciales, y la vuelta de tuerca que siempre encuentro para poder reírme un rato de mí misma. Últimamente estuve medio-demasiado-nada-mucho-DIOS QUE PARE ESTO-menos mal emocional y físicamente por cuestiones sentimentales, pero dejando de lado las causas y cualquier subjetividad sobre su amada lectora, caí en diferentes pozos existenciales, esos que no tienen fondo ni forma. Y heme aquí viva y respirando la vida que me queda, luego de pensar que no me quedaba nada de vida. Ahhh y cómo he escrito en estos días. No hay bien que por mal no venga debo decir, porque de tanto maquinarme con el autoboicoteo llené páginas de mi diario/agenda/mata moscas que está para cortarse las venas. Es hermoso leer sobre el dolor, la felicidad es preciosa, pero el dolor cuando lo ves y no lo sentís, es hermoso. Pizarnik era una suicida en potencia y lo más crudamente bello que he leído, no hay más humanidad en las palabras que salen de lo profundo de la infelicidad del dolor. Porque todos nos podemos conectar cuando vemos dolor en alguna parte, sea donde sea: en el noticiero "tragedia" de moda, en el cielo gris que pasa arriba del arroyo negro, en las lágrimas de una nena que no encuentra a su mamá. Mueve algo que todos tenemos, y no provoca envidia, cosa que sí puede hacer la felicidad y que opaca al resto de los sentimientos. El dolor, hermanos míos, es el combustible de la vida. La felicidad es la máquina, si no hay dolor es imposible que haya felicidad, y desde ya que debemos agradecerle a esas personas que no hicieron tocar el fondo, o esos momentos que lloramos y quisimos desaparecer de la faz de la tierra. Porque hoy, vemos la felicidad (tan pedante) y no sería lo mismo sin ellos.